Solo uno de cinco programas estatales salió bien parado en nueva evaluación de la Dipres

Cada año, la Dirección de Presupuestos (Dipres) realizó un proceso de evaluación de ciertos programas estatales, con el propósito de determinar su correcta aplicación, focalización de recursos y resguardar que se utilicen de buena manera las platas del Estado.

Esta semana, el organismo liderado por Javiera Martínez dio a conocer cinco nuevas evaluaciones de programas, en el marco de las denominadas "Evaluaciones Focalizadas de Ámbito" (EFA), que apuntan a evaluar aspectos específicos referidos a costos, implementación y/o diseño de la estrategia de un programa o de un conjunto de programas.

“Los resultados de las evaluaciones son utilizados para apoyar las decisiones presupuestarias”, dice Javiera Martínez, titular de la Dipres, por lo que se ha avanzado en incorporarlos tempranamente en el ciclo de elaboración del erario.

¿Los resultados? Apenas una de las políticas escrutadas tuvo un "buen desempeño", mientras que las cuatro restantes oscilaron entre desempeños "medios" y "bajos".

El programa con mejor evaluación en el proceso fue "Apoyo a las familias para el autoconsumo", ejecutado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia. Se analizó el período 2018 a 2021, recomendándose tener un proceso de revisión sistemático y uniforme de las causas de deserción de familias del programa; identificar las causas de las diferencias entre las tecnologías planificadas e implementadas; fortalecer el sistema de seguimiento a la implementación de los proyectos; y analizar el proceso de compras conjuntas entre comunas cercanas. El presupuesto asignado en 2021 fue de $ 3.921 millones.

Desempeño "medio" anotaron la Subvención Escolar Preferencial (SEP), del Ministerio de Educación; y los Programas de Prevención Situacional del Delito, del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. Al primero se le asignaron $ 6.445.819 millones en 2021, mientras que al segundo $ 12.195 millones en el período.

¿Los peores calificados? Modernización y Fortalecimiento de la Formación Técnico Profesional, del Ministerio de Educación, con cerca de $ 8.000 millones asignados y tres problemáticas identificadas: los jóvenes no cuentan con la implementación y equipamiento que les permitan adquirir las competencias que las empresas necesitan; no encuentran empresas donde realizar sus prácticas laborales; y no logran proseguir estudios superiores técnicos en los que puedan aprovechar las
materias ya cursadas.

El otro programa de mala calificación fue el "Programa de apoyo a niños, niñas y adolescentes con un adulto significativo privado de libertad, abriendo caminos", del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, con un erario de $ 6.835 millones. Aquí, se recomendó enfocar la estrategia y el diseño del programa de manera más específica en los niños, niñas y adolescentes; revisar la pertinencia de futuros rediseños que consideren la que el programa pasa a ser parte del Sistema de Protección Integral a la Infancia; avanzar hacia una descentralización metodológica del programa; y flexibilizar la metodología y la exigencia de hitos en ciertos puntos de la intervención.

Foto: Agencia Uno

Las consecuencias

Según Dipres, el Sistema de Monitoreo y Evaluación de programas busca generar información sobre el desempeño de programas y servicios públicos, que permita mejorar la eficacia en el uso de los recursos y la eficiencia en la asignación del gasto.

En específico, las EFA son parte de las evaluaciones ex post de las iniciativas-que se suman a las evaluaciones ex ante y al monitoreo de la oferta programática- y revisan en profundidad un programa distinguiendo por ámbitos.

Una EFA con foco en costos busca profundizar sobre la eficiencia con que se produce un determinado bien o servicio, identificando los nudos críticos del proceso productivo para, luego, proponer los respectivos espacios de mejora. En cambio, una EFA centrada en el diseño de estrategia del programa se enfoca en constatar y actualizar los fundamentos e información en la que se basa para justificar su existencia. Esto apunta a pesquisar programas de larga data que podrían estar ejecutándose por inercia, para los cuales no se dispone de un diagnóstico actualizado que justifique su implementación.

Por último, las EFA de implementación analizan la existencia de brechas entre el diseño teórico y la ejecución del programa, evaluando la aplicación de los criterios de focalización de beneficiarios, analiza temas de organización y gestión, y la provisión de bienes y/o servicios.

La directora de Presupuestos, Javiera Martínez, adelanta que el resultado de este tipo de evaluaciones será clave para la determinación de los recursos en la Ley de Presupuestos 2024, que el Ejecutivo se encuentra preparando.

“Los resultados de las evaluaciones son utilizados para apoyar las decisiones presupuestarias, razón por la que se ha ido avanzando en incorporarlos tempranamente en el ciclo de elaboración del Presupuesto. Además, las evaluaciones aportan a corregir debilidades de los programas, mejorando la entrega de bienes y servicios a la ciudadanía", recalca.